Hace pocos días me encontré con una persona y me preguntó ¿por qué estaba sola, si era una mujer independiente y buena gente?
Le di una respuesta casi automática, pero esa pregunta me puso a meditar y pensar en muchas cosas que pasan en mi vida y me hacen feliz, pero que cada vez hacen más difícil mi vida amorosa. Hoy hablaré desde mi experiencia, pero sé que a muchas mujeres de mi generación y que como yo siempre han sido independiente han pasado o pasan por lo mismo.
Desde muy joven mi papá me enseñó a no depender de nadie para disfrutar de las cosas que me gustan. Cuando terminé la carrera conté con la suerte de encontrar empleo a los pocos meses y desde ese momento gracias a Dios nunca me ha faltado, soy mala pobre y me gusta la buena vida, vivo sin pensar en el futuro y voy siempre al ritmo que me toque.
Así, han pasado mis 37 años y nunca me había cuestionado o había pensado que eso iba a afectar mi vida amorosa, hasta hace un tiempo que me he vuelto más exigente y las experiencias me han enseñado y mostrado qué quiero y no quiero en mi vida. En este sentido quiero contarles que poco a poco veo más lejano tener una pareja estable y no es por que no quiera, es más por que lo que quiero, que no es fácil de entender para los hombres que me pretenden o me rodean.
Hace poco tuve una “relación” y recuerdo que una de las primeras discusiones que tuvimos, fue porque el susodicho creyó que por que ya pasaba los 35 años, quería mudarme o en su defecto casarme con afán, eso de que me dejó el tren que en nuestra sociedad es bandera, quiero aclarar que a pesar de lo que muchos creen yo sí quiero casarme y tener una familia ( no sé si tener hijos, eso es una historia aparte), pero quiero hacerlo con alguien que me represente, que me ayude a crecer, que me impulse a ser mejor en lo que hago o me dedico, quiero a alguien que me ame sobre todas las cosas y que me acepte como soy.
No necesito un príncipe azul que me rescate y me reprima por querer hacer su voluntad sobre mi o mis opiniones, quiero a alguien que me respete y que me haga sentir bien con lo que me gusta, sé que en todas las relaciones hay que ceder y que muchas cosas cambiarán, pero lo que no es negociable es mi trabajo y las ganas de comerme el mundo y creo que eso es lo que asusta a más de un hombre.
Hoy no quiero ser prejuiciosa, pero cada día compruebo más que a los hombres les da miedo no tener el control y les da más miedo tener a su lado como compañera de vida a una mujer independiente o con más éxitos que ellos, esto es algo que nos pesa a muchas y creo que a la gran mayoría de las mujeres que como yo son felices con lo que hacen y construyen día a día.
Para concluir solo quiero decir: las Mujeres como yo podemos Solas, pero queremos a alguien que nos de ese abrazo de apoyo, que se sienta feliz y celebre mis logros; que me diga sí puedes cuando las fuerzas no dan y que poco a poco quiten ese caparazón que construimos con el pasar de los años de soledad. Esto solo es un pensamiento suelto que sé que a muchas les llegará y no soy superior a nadie y no me creo más que nadie, pero sí tengo claro qué quiero y sé que sonará fuerte pero la vida se trata de eso saber elegir y aprender de cada cosa que te pasa buena o mala. Un príncipe azul que no se destiña a mi lado y que juntos llenemos nuestra vida de colores.
