El programa de becas Tokando, liderado por Comfacesar, busca que niños y jóvenes se formen en valores a través de la música. Este plan también brinda una iniciación musical por medio de la flauta dulce, guitarra, piano y percusión a estudiantes de básica primaria.
La Fundación Incolmotos – Yamaha se ha convertido en el principal aliado de la Caja, que reconoce el talento innato de los niños y jóvenes del Colegio de Comfacesar Rodolfo Campo Soto, generando espacios constructores de paz y sana convivencia.
Esta alianza inició con un grupo bastante numeroso en la ciudad de Valledupar en el 2017. Gracias a la gran acogida, el programa se extendió hasta el municipio de Agustín Codazzi, beneficiando a más niños, niñas y jóvenes en el departamento del Cesar.
Aquellos estudiantes que han realizado la formación con disciplina y constancia se perfilan como futuros músicos de la orquesta filarmónica del Cesar. Muchos, además de ejecutar la flauta dulce, saben interpretar el violín, violonchelo, contrabajo, trompeta, saxofón, flauta traversa, fagot y percusión sinfónica, entre otros.
Los niños y jóvenes pertenecientes al corregimiento de Atánquez, al norte de Valledupar, son los encargados de promocionar y salvaguardar la riqueza musical del pueblo indígena Kankuamo, interpretando su música autóctona con los instrumentos propios de su cultura.
Para el director administrativo de Comfacesar, Frank Montero Villegas, el reto sigue y avanzar es el camino. Un nuevo programa inicia. Música para ver estará dirigido a niños mayores de 7 años con discapacidad visual, quienes se formarán en música con textos en braille.
Este programa tendrá una metodología muy interesante e interactiva. La pedagogía se realizará desde Valledupar y se extenderá hasta los municipios de El Copey y Aguachica, en el departamento del Cesar.