Holis, volví con mis opiniones que a nadie le importa. Esta vez quiero hacer referencia a como la “sociedad” que nos inculca que es lo que debe ser normalmente correcto cada vez más nos llena de prejuicios y de daños a nuestra cabeza.
Les cuento que me puse la 10 en el Festival Vallenato y de ahí viene esta columna en donde hablaré como logré ser el centro de atención de muchos de mis amigos y de los que no lo son, por no ser la mujer que todos tienen en sus ideales como correcta o socialmente aceptada.
Siempre he sido una chica de talla grande o plus size como le dicen ahora y desde ahí todo va mal para el ideal de la gente del común, aunque mis amigos más cercanos y muchos de mis familiares ya aprendieron a convivir con eso, los que no, siempre tienden a juzgar o hacer sus comentarios despectivos sobre mi peso o mi talla, a lo que realmente ya no le presto atención. Pero sé que muchas personas que están en este proceso si se sienten identificadas y se lo que pasan cada vez que ven comentarios o alguna referencia donde los tratan de una manera no bonita.
Este tema lo toco porque coincidencialmente estuve en uno los evento de festival en donde fue grabado un video del artista Rafa Pérez donde él promociona una canción y yo salgo en la parte de atrás de una chica a la que él le canta y muchos de los comentarios fueros despectivos hacia mí, donde muchos decían que por mi contextura yo no podría creerme que me pudiera estar cantando a mí. Hoy les hago una pregunta ¿Por qué no me puede cantar a mí? y aclaro no es una crítica a Rafa (lo conozco y le tengo un cariño muy especial), mi pregunta va todos los que comentaron: “la del pantalón plateado se ríe pensando que es con ella” ¿y si fuera así qué?. Yo también tengo derecho de que me canten, que me digan cosas bonitas y ser protagonista de cualquier historia, mi cuerpo y mi forma de ser me hacen distinta a las mujeres que para la sociedad son el estándar que está aprobado, pero no me excluye de que estas cosas me puedan pasar.
No quiero que sientan lástima o que crean que muero porque me pasen cosas así, gracias a Dios mi personalidad (que no cumple ninguno de los estándares que la sociedad y muchos creen que debo tener), siempre me ha permitido vivir a plenitud mi vida y sí soy bocona, hablo más de la cuenta y digo las cosas normalmente sin filtro, muchos se aterran cuando hablo abiertamente de sexualidad o de algún chico que me gusta o cuando simplemente me burlo de mis fracasos o festejo mis triunfos de una manera particular y eso me ha generado discusiones o enfrentamientos que en últimas solo terminan en esto, un escrito que me sirve de desahogo.
Para concluir y llegar a un punto solo quiero que sepan que cada comentario que hacen en redes afecta a las personas y no solo lo digo por mí, lo digo también por la protagonista del video que terminó siendo objeto de burla por comentarios destructivos y denigrantes en donde por ser actriz lograron llevarlo a lo real y en vez de exaltar su belleza lo que hicieron fue ofenderla.
El punto es que no crean en todo lo que ven y todo los que les cuentan; en redes hay alegrías fingidas, perfecciones postizas y amores igual de falsos que muchos de los likes que reciben. Lo cierto es que hay historias más allá y por lo menos yo soy una mujer que con sus kilos de más se siente mejor que muchas que tiene cuerpo o medidas denominadas por una franja como perfectas.
Yo ya aprendí a avanzar, a vivir mi vida sin que los comentarios dañinos me afecten, es claro que muchas veces esas frases le hacen más daño a quién las emite que a quien las dirigen, aunque no todos puedan sobrevivir a esos dedos acusadores. Lo cierto es que ser como soy me ha llevado a lugares increíbles y sé que poco a poco seguiré cumpliendo mis sueños que van más allá de una talla o un peso.
Así que no crean que por ser tallas perfectas las mujeres son más felices que otras o por hablar correctamente logran más cosas que otras, lo que sí puedo afirmar es que la próxima vez seré yo la protagonista no de uno, si no de muchos videos positivos y con mensajes motivadores que llegaran a cada uno de ustedes.
