En el marco del desarrollo y operación del parque El Paso y su extensión, Enel Colombia, con la ejecución de Dynamo Projects y Socya, entregaron sistemas fotovoltaicos y sus instalaciones eléctricas que permitirán que seis familias de la comunidad San Ángel tengan acceso a energía eléctrica en sus hogares, por primera vez. Este proyecto, enmarcado en la estrategia de valor compartido de Enel, priorizó a los beneficiarios por su nivel de vulnerabilidad y contó con la dotación de electrodomésticos e iniciativas agrovoltaicas, como huertas y siembras de alimentos, para así mejorar las condiciones de vida de las familias rurales. Precisamente, el término agrovoltaico es el resultado de combinar la generación de energía a partir de fuentes fotovoltaicas con usos agrícolas o pecuarios
Con el fin de impulsar la sostenibilidad y durabilidad de materiales y equipos, el proyecto emplea paneles solares y otras estructuras remanentes de las plantas solares de Enel en el Cesar. De esta forma, se aprovechan y transforman para continuar promoviendo la eficiencia energética y creación de valor para las comunidades. Bajo este propósito, Haceb se suma con la donación de 6 neveras que provienen de su centro de economía circular y un proceso de recuperación, y Batx quien proporciona el sistema de almacenamiento con baterías remanufacturadas, también con procesos innovadores y sostenibles de economía circular. La comunidad de San Ángel colaboró con la iniciativa a través de actividades como la mano de obra, operación y mantenimiento de los equipos instalados.
El sistema circular fotovoltaico y las neveras fueron entregadas a las familias, por representantes de las Compañías involucradas. Estos fueron instalados por un equipo liderado por mujeres y se ubican en el exterior de las viviendas. El área utilizada también se aprovechará para que Fundación Socya apoye el establecimiento de huertas para la siembra de alimentos y plantas, con el fin de apoyar la seguridad alimentaria de las familias beneficiarias.
“Para mí es una bendición que me cambió la vida, principalmente porque voy a poder tener alimento fresco, tranquilidad y salud. Les doy gracias también en nombre de la comunidad, siempre creímos en el proyecto y ahora se hizo realidad. Con las lecciones que nos han dado haremos buen uso de los paneles para cuidarlos y que nos duren”, afirmó Erasmo Antonio Suárez, miembro de la comunidad San Ángel.